Habla de cómo el asombro- esa curiosidad viva de niños que miran el mundo y se maravillan— se apaga con prisas, pantallas y exceso de estímulos. Para quien vive con niños o trabaja con ellos —y también para quien necesita recordar que aún en la adultez cabe recuperar el asombro— este libro es una invitación al cuidado, al acompañamiento y a la mirada renovada.
- Público: Familias · Docentes · Adultos
- Tema: Infancia y educación
- Tipo: Ensayo divulgativo